Siempre me ha parecido curioso que se utilicen, a la hora de describir ciertos aspectos personales, los verbos SER y ESTAR de forma indistinta, cuando, en realidad, su significado es, precisamente, tan distinto.
Sin embargo, en el caso del sobrepeso decidir hablar de una misma diciendo “estoy gorda” de igual forma que decir “soy gorda”, veremos que es totalmente contradictorio.
Mas allá del nivel de aceptación que cada cual pueda tener hacia su físico, analizar el significado de las palabras que decidimos utilizar, importa a la hora de comprender como se interpreta el mensaje que lanzamos.
¿Qué define el «SER«?
El verbo SER, se utiliza para definir un atributo, un valor que forma parte del conjunto de la personalidad, forma de ser y manera de proyectarse hacia los demás.
Tanto si se utiliza para describir características físicas como características de la personalidad, estas deben ser inherentes en la persona, es decir, que formen parte de su naturaleza.
El “yo soy” te describe (yo soy alta, soy morena etc.), pero sobre todo te define dado que, estos atributos son parte de su naturaleza y no dependen de nada externo.
«Yo soy» habla de ti, de tu potencial personal, de cómo te ves y te piensas a ti misma. Es tu tarjeta de presentación. Tu marca personal.
“Yo soy” es el sello que dejas estampado, tanto dentro de ti como en los demás, es la descripción que haces de tu persona desde la interpretación y la importancia que reconoces en tus atributos.
Por otro lado, el verbo ESTAR se utiliza para describir un estado de la persona en un momento determinado de la vida, más o menos extenso en el tiempo, que puede cambiarse, no forma parte de la naturaleza personal, y no es determinante en la descripción de la persona, ni tampoco la define.
Los estados de salud se explican con «ESTAR» o «TENER»
La consecuencia de sufrir desequilibrios en la salud conlleva a estados de salud, algunos transitorios, otros definitivos. Así, explicarías que puedes tener o estar con fiebre, pero no “ser” fiebre. Puedes tener estrés o estar estresada, pero no “ser” estrés.
El sobrepeso y la obesidad son estados de falta de salud de una persona, por lo tanto, es mucho más acertado decir que tienes sobrepeso u obesidad, que decir que eres gorda u obesa.
Para acabar de entender la diferencia, pongamos el caso de una persona que goza de un perfecto estado de salud, es decir, su organismo no sufre alteraciones, incluso a pesar de lo que coma.
En este caso, forma parte de la naturaleza de esta persona el ser delgada o de constitución delgada. Sin embargo, si esta persona tiene tendencia a a subir y bajar de peso, y en un momento determinado de su vida se encuentra en estado de normopeso, podemos decir que está delgada.
Siguiendo esta misma lógica, pienso que hay una gran diferencia entre afirmar que “estoy gorda” y afirmar que “soy gorda”.
Ser gorda no es parte de la naturaleza de nadie. Estar gorda, sin embargo, es el estado de salud en que viven muchas personas.
Nuestra mente entiende tener sobrepeso, o estar gorda como un estado transitorio, mientras que al decir “soy” gorda, la mente lo traduce como una definición de una misma en una situación permanente e incambiable, cuando ese sobrepeso no es nunca un atributo que defina a nadie.
Puedes leer sobre autoestima en nutrición en el artículo LAS DOS PIERNAS DE LA AUTOESTIMA EN NUTRICIÓN
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