El objetivo real
El objetivo de muchas personas al querer perder peso, es realmente reducir la grasa corporal.
Se ha escuchado siempre decir que los primeros dos kilos que se pierden al hacer dieta, son agua, y luego, el resto es grasa.
Sin embargo, esta información es errónea.
La importancia del músculo
Cuando se sigue una dieta, la pérdida de peso que se refleja en la balanza es la suma de grasa y de músculo. Se comienza a perder antes el músculo que la grasa.
Y los músculos pesan mucho.
Es por eso que, cuando nos miramos al espejo, a pesar de haber perdido peso según la balanza, no lo vemos reflejado en el volumen corporal.
Cómo reducir grasa y mantener la musculatura
Es esencial abandonar la idea de la búsqueda por perder peso, y trabajar hacia la reducción de la grasa corporal. Eso implica, que no solo la alimentación sana está involucrada, si no también el deporte.
Para evitar perder músculo y fomentar la quema de grasa, la clave está realizar actividad física de fuerza o resistencia, mientras se lleva una alimentación adaptada a las necesidades de cada persona, es decir, la cantidad y proporción de los distintos grupos alimentarios, en especial los hidratos de carbono, debe de adaptarse a las necesidades reales de la persona, según sea su forma de vida y su capacidad metabólica.
El deporte de fuerza o resistencia, por su parte, para ser efectivo, debe de realizarse buscando lo que se llama, el “fallo muscular”. Un entrenador personal, o por lo menos, pedir consejo a los instructores de sala en el gimnasio, cuando se comienza a ejercitar, es la mejor manera de aprender a realizar los ejercicios sin lesionarse.
El deporte de fuerza mantiene los músculos en forma, además de que aumenta el metabolismo para la quema de las grasas.
Cómo funciona el metabolismo de las grasas
El organismo utiliza la glucosa como fuente principal para obtener energía. Esta la obtiene de los hidratos de carbono. Cuando se agota la glucosa circulante, entonces recurre a la glucosa almacena en hígado y músculos. Cuando los niveles de glucosa y glucógeno son bajos, entonces es cuando recurre a las grasas almacenadas para obtener energía en forma de cuerpos cetónicos.
Para que el organismo recurra antes a las grasas, es necesario consumir menos hidratos de carbono y evitar las grasas no saludables.
Es importante saber que la grasa corporal no se debe de perder totalmente, si no que se debe reducir, puesto que es necesaria para múltiples funciones del organismo.
La forma adecuada de reducir grasa, y mantener el músculo, es a través de una reeducación alimentaria complementada con trabajo personal y realizar deporte de fuerza.
El efecto rebote
El tan conocido efecto rebote, es debido a que, una vez se abandona la dieta, el aumento de peso es mayor del peso que se había perdido.
Esto ocurre principalmente por dos motivos:
El primero es que, después de un período de represión física, cuando se vuelven a comer refinados, azúcares y grasas, el organismo abre la despensa, de forma que almacena de nuevo los depósitos de grasa para futuras “sequías”.
El segundo motivo es que en la pérdida de peso se ha perdido músculo, pero al ganar peso por una mala alimentación, se gana grasa.
La única forma de ganar músculo es ejercitándose.
Por lo tanto, si quieres mejorar tu condición física, olvídate que buscar solamente perder peso y trabaja para reducir grasa a través de una programa nutricional integral, donde tanto la alimentación como los estados físico, mental, emocional y social, formen parte del cambio.
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Para leer más sobre actividad física, aquí tienes mi artículo sobre “El buen hábito de la actividad física.”