Portada » El blog de Ana » CÓMO ES EL ESTRÉS CAUSA DE AUMENTO DE PESO

CÓMO ES EL ESTRÉS CAUSA DE AUMENTO DE PESO

  • por
Comer sano dietista nutricionista nutrición dieta dietas ansiedad

¿Qué genera estrés?

La forma de vivir, los hábitos alimenticios perjudiciales, el ambiente que nos rodea, las personas que nos influyen, la descarga continua de información, la necesidad de tener que reaccionar y responder ante las situaciones que se presentan a cada momento, la incertidumbre sobre el futuro, el miedo a lo real, a lo desconocido y a lo imaginario, la necesidad de fingir el poseer fortaleza y seguridad permanentes, las prioridades impuestas para no decepcionar ni perder la buena imagen ante otros, la enfermedad, la muerte, los nacimientos, la economía… son todo factores detonantes, para generar estrés, y por consiguiente, un aumento de de peso. 

Ante la avalancha de situaciones gatillo que activan y desequilibran nuestro sistema nervioso, se produce un efecto dominó, que va tumbando los demás sistemas, por lo que el organismo debe encontrar formas de protegerse y responder para adaptarse a estas circunstancias.

Es necesario comprender que cuando las circunstancias que detonan el caos interno se producen de forma constante, se necesitan muchas herramientas para poder devolver las aguas a su cauce. Es un proceso lento y no siempre se consigue. 

No es lo mismo construir diques de contención para retener el agua cuando la lluvia ha cesado, que cuando no para de llover de forma constante. Entonces se necesitan diques más fuertes y altos, y se necesita más material, obreros y horas de trabajo para construirlos. Aun así, si el agua sigue cayendo sin parar, igualmente se verán sobrepasados y venirse abajo en cualquier momento, sin aviso previo. 

Esto es lo que pasa cuando los niveles de estrés se mantienen elevados.

En situaciones continuas en el tiempo se produce estrés crónico, que puede tener múltiples y graves consecuencias.

El estrés se manifiesta debido a la activación en cadena de varias hormonas.

A partir de una situación que llamamos gatillo o detonante (ej. me han echado del trabajo), se activa el hipotálamo, centro de control del estrés. Seguidamente se producen una serie de señales en cadena a través del sistema nervioso, y se empiezan a liberar sustancias para aumentar la frecuencia cardíaca, dilatar los vasos sanguíneos e incrementar el consumo de oxígeno entre muchas otras reacciones. Este conjunto de respuestas provoca el aumento del cortisol, hormona del estrés.

El cortisol en su medida necesaria, es el encargado del metabolismo de hidratos de carbono, grasas y proteínas, de la homeostasis del agua y electrolitos, de incrementar la glucosa en sangre y de suprimir la acción del sistema inmunitario

Su secreción prolongada por el estrés crónico, puede provocar cambios funcionales internos, debido a sus múltiples funciones relacionadas con varios sistemas fisiológicos.

 

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios en nuestro organismo?

Pues según un artículo en la revista IntraMed sobre estrés, pueden darse un seguido de desregularizaciones tales como: resistencia a la insulina, glucosa alta, colesterol alto, triglicéridos altos, depósito de grasa visceral, hipertensión y otros.

 El estrés crónico acaba agotando las reservas de hormonas del bienestar (GABA, serotonina…), que se encargan de apaciguar el sistema nervioso, y esto se traduce en obtener un sueño reparador y una buena digestión.

Otro efecto es que puede llevar a que se agoten las reservas de progesterona, cuyas muchas funciones pasan por equilibrar los estrógenos, ayudar a quemar grasas, asimilación de nutrientes, prevención de la retención de líquidos, actuar como ansiolítico natural etc.

La conducta por recompensa y el aumento de peso

Es lógico que, cuando sentimos el malestar y los problemas de salud que provoca el estrés, las personas busquemos vías de salida para revertir este sentir y estos síntomas, por lo que activamos conductas y acciones en la búsqueda del placer, que compensen las sensaciones primeras. 

Alimentamos este placer a través de múltiples vías, unas favorables, como el hacer deporte, salir al campo, ir a un spa, darnos un masaje etc., pero muchas veces también con acciones perjudiciales, como el fumar, beber, usar drogas, jugar a las máquinas, o recurrir a la comida.

Está comprobado que los alimentos, sobre todo aquellos que contienen azúcar y/o grasas activan una serie de acciones en nuestro organismo que provocan la segregación de hormonas del bienestar y, por lo tanto, la obtención de un placer breve.

Es por ello, que, para alargar este placer, se necesitan conductas de repetición, las cuales acaban convirtiéndose en una dependencia.

La necesidad de experimentar placer para recompensar el malestar producido por el estrés, provoca que la persona recurra de forma frecuente a lo largo del día a alimentos de baja calidad nutricional, con el solo propósito de recibir placer a través de las papilas gustativas y a paliar la falsa sensación de hambre que genera el consumo continuo de estos productos. 

El resultado es una ingesta calórica muy superior a las necesidades energéticas diarias, con un aporte nutricional muy inferior a las necesidades del organismo para poder realizar adecuadamente todas sus funciones, por lo que el organismo seguirá demandando los nutrientes que requiere en forma de sensación de hambre.  

Además, hay que tener en cuenta de que muchos de estos productos contienen ingredientes específicamente diseñados para no sentir saciedad, y, por lo tanto, inducen a seguir comiendo.

Ante el miedo y la culpabilidad que genera el aumento de peso que se produce, la tendencia es acudir a dietas restrictivas, o bien a algún tipo de dieta de moda, que promete cambios notables a corto plazo, sin embargo, el primer paso para poder frenar el aumento de peso, e incluso perder peso, es ocuparse, primero de todo, de los motivos que están generando estrés. 

Una vez en calma, y con las hormonas del bienestar activadas, podemos comenzar un plan de hábitos alimenticios que potenciarán tanto el bienestar hormonal como ayudarán a la pérdida de peso, o sino, por lo menos, a frenar el aumento del mismo. 

En muchas ocasiones, uno de los efectos que provoca el estrés es el insomnio. Puedes leer más sobre este tema en el artículo: «LA IMPORTANCIA DE DORMIR BIEN PARA ADELGAZAR»

*Si has vivido alguna situación similar, y deseas compartirla de forma totalmente anónima en el blog, no dudes en enviarme un e-mail a info@anahuguet.com contándome tu historia. Muchas gracias. 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Responsable: Ana Huguet Barrabés
Finalidad: La finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales que te solicito es para gestionar la consulta que realizas en este blog.
Legitimación: Tu consentimiento explícito de que quieres recibir esta información
Destinatarios: Los datos que me facilitas están en mi servidor de web y email OVH y en los servidores de Google Drive, todos ellos que cumplen con la RGPD
Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en info@anahuguet.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.