Aprender a conducir
Imagina que, hoy, decides que pasado mañana quieres hacer un viaje en coche de 200 kms, tú sola y conduciendo. Sin embargo, resulta que no sabes conducir. ¿Podrás hacer ese viaje de aquí dos días? Pues no. Antes tendrás que aprender a conducir.
Esto te llevará un tiempo, y luego, cuando te sientes al volante de tu coche, primero tendrás que realizar viajes cortos, hasta que ya sientas la confianza de llevar a cabo ese viaje de 200 kms que te has propuesto.
Pues bien, con la culpa, como con cualquier otra emoción, ocurre lo mismo.
Cómo gestionar las emociones
Decidir, varios días antes de Navidad, Semana Santa o cualquier otro, que te vas a permitir comer lo que quieres, sin límites y sin culpa, no es realista, ya que si las has sentido siempre, no va a desaparecer de un segundo a otro, solo por el hecho de tomar esa decisión.
La gestión emocional, en este caso, la gestión de la culpa, requiere de trabajo y entrenamiento. Como aprender a conducir.
Para ello, necesitarás tiempo y práctica, siguiendo las indicaciones de tu coach nutricional.
Fíjate que hablamos de gestión emocional, no de “dejar de sentir”, porque las emociones no se dejan de sentir, si no que se aprende a redirigirlas. Las emociones están ahí como una alarma que nos indica que debemos prestar atención a algo.
¿A qué llamamos “disfrutar” de la comida?
Me llama frecuentemente la atención ver reels o posts en instagram en los que leo frases como: “permítete comer” o “estas navidades deja la culpa de lado, y vívelas comiendo turrones, por qué las fiestas son para disfrutar”.
Tengo la impresión de que, este tipo de mensajes: “disfrutar del momento” y “permitirte comer”, fomentan que se asocie el “disfrutar” y el “permitirse” a un tipo de comida altamente calórica, que contiene mucho aceite o grasas de baja calidad, azúcar y refinados, y además, con el hecho de comer en exceso.
Por ejemplo, para disfrutar de la Navidad, tienes que comer turrón. Si no, no disfrutas de las fiestas. Estos serían entonces, los mal denominados alimentos “disfrutables”.
Pues bien, para nada es ni debe ser así, ya que, es perfectamente factible disfrutar de cualquier fecha o evento comiendo, solamente, alimentos saludables, si la persona así lo decide.
Otra cosa es vivir en el círculo de comerlo y luego sentir culpa por ello.
Cómo superar la culpa
La primera reflexión es observar por qué y de qué sientes culpa. Seguidamente, sería interesante identificar si la culpa está vinculada a otra emoción dominante. Es decir, puede ocurrir que se confunda o se mezcle la culpa con el miedo.
Por ejemplo, las personas con tendencia a engordar fácilmente suelen sentirse culpables de comer dulces o comida basura, debido a que la consecuencia es una indeseada subida de peso, que se une al miedo a no perderlo después y seguir engordando.
Por eso es tan importante comenzar a “entrenar“ el cambio con tiempo, paciencia y con el seguimiento y guía de un dietista y coach profesional, junto con un programa de trabajo adecuado.
La cultura de las tradiciones
Consumimos productos en ciertas fechas, porque otras personas, poniendo como motivo “la tradición”, así nos lo han enseñado desde que nacimos.
No se nos ocurre pensar que jamás hemos tomado esa decisión nosotros, y además, nos lo han vendido como si no hacer aquello que hace todo el mundo en esos días, es ser una persona amargada, reprimida, infeliz…
Si lo que quieres es aprender a gestionar mejor el consumo de los alimentos típicos de cada festividad, y las emociones que rodean este consumo, debes comenzar a trabajarlo en fechas alejadas de estas festividades.
Y no lo intentes hacer sola, porque ya te avanzo que no funciona.
Invierte en programas de ayuda y apoyo mutuo llevados de la mano de profesionales expertos. Es la única y mejor manera de llegar a cada evento con mayor tranquilidad y confianza con la gestión de la culpa y tu interactuación con la comida.
Aprende a disfrutar de forma diferente
Lo principal cuando se acercan fechas que entran en conflicto con la comida, es planear con antelación. Si tu deseo es vivir cada celebración tradicional de forma saludable, hay muchas opciones:
– Aprende a planear comidas sin excesos, no por ello, renunciando a nada.
– Otra opción sería atreverte a preparar platos y postres propios, dando protagonismo a las hortalizas, utilizar las frutas como endulzantes. Hay miles de recetas en internet. Aquí te dejo una página con recetas.
– Proponte pasar las fiestas practicando algo de deporte a diario, y que sea por placer, no para compensar.
– Una buena forma también es, hacer escapadas estos días para estar en contacto con la naturaleza: ir a retiros, salidas de senderismo, esquí o en casas rurales.
Muchas veces nos resulta difícil realizar cambios en nuestros hábitos y costumbres, ya que se requiere mucha fuerza mental y acompañamiento. De ello hablo en el artículo LAS DOS PIERNAS DE LA AUTOESTIMA NUTRICIONAL.
* Si has vivido alguna situación similar, y deseas compartirla de forma totalmente anónima en el blog, no dudes en enviarme un e-mail a info@anahuguet.com contándome tu historia. Muchas gracias.